La primera, en una pequeña comunidad de Laguna de Duero (Valladolid), que en el año 2008 optó por una instalación de biomasa y geotermia para cubrir sus necesidades de agua caliente sanitaria y calefacción. Se trata de una caldera KWB Multifire, modelo USV GS 40 de 40 kW, que se alimenta mediante sistema de succión y que habitualmente trabaja con pellet.
Una comunidad de propietarios de Jaén decidió sustituir una caldera de gasoil ya que el presupuesto anual de 20.000 euros para atender la demanda de calefacción y ACS de sus 24 viviendas no llegaba a cubrir la demanda de un año, por lo que los vecinos tenían que complementarla con radiadores eléctricos. Por ello, en 2009 decidieron instalar una caldera de biomasa KWB Powerfire modelo TDS de 300 kW, alimentada con hueso de aceituna, que consiguió reducir el gasto energético a 8.500 euros. En total, un ahorro del 60%. El sistema de alimentación que utiliza es único en España, ya que consta de un silo de carga y a unos 60 m el silo que alimenta la caldera, los cuales se comunican entre ellos a través de un sistema de cadena de arrastre similar al utilizado en las granjas de animales. Otra de las mejoras introducidas para la comunidad fue colocar un contador de agua caliente y otro de calefacción en cada vivienda, por lo que el consumo quedó individualizado, pagando cada usuario por su consumo y sin ningún tipo de restricción.
La instalación cuenta con un control secuencial que permite alternar el funcionamiento de las dos calderas, de manera que cada semana una de las calderas es la principal, y la segunda funciona como apoyo. De esta forma se realiza un desgaste similar en las ambas.
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