Clorotron

La tecnología energética renovable sigue avanzando y con ella, nuestro nivel de vida. Uno de los productos más reseñables que ya se están introduciendo perfectamente en nuestra vida cotidiana es el conocido como Clorotron.

Como podíamos leer en www.renovableshoy.com, el clorotron es un aparato que actúa como filtro para limpiar piscinas a través de energía solar. No es más que un purificador de agua, pero que resulta ecológico, transportable e innovador. El aparato genera electricidad a partir de unas placas solares incrustadas en la parte superior del filtro con un proceso de ionización. Al introducir en el agua ciertas partículas atómicas de minerales específicos, los microorganismos tales como algas, hongos o bacterias no pueden sobrevivir en este medio.

¿Qué pasa con el ser humano? Estos iones son inocuos, exentos de toda toxicidad para el ser humano, con lo que la filtración del agua es completamente segura. Además, a diferencia de otros desinfectantes como el cloro, cuya efectividad sólo dura unas pocas horas, los iones atómicos siguen actuando durante varias semanas.

Este artefacto es pequeño y flota en el agua. Mientras se mantiene arriba, se produce el proceso de ionización. Es necesario apuntar, que la energía eléctrica que genera es de baja intensidad y totalmente inofensiva. Ésta, se conecta con un electrodo metálico hecho de una aleación especial que se sitúa por debajo de la línea de flotación. Esto provoca que se descarguen los iones minerales en el agua, evitando de este modo la proliferación de microorganismos en el agua.

Este nuevo avance resulta también un alivio físico y para el bolsillo, pues incluso se puede nadar mientras el sistema está trabajando, pues elimina las irritaciones, olores y residuos que puede dejar el cloro cuando actúa. A diferencia de éste, las altas temperaturas no degradan la efectividad del Clorotron, ya que los iones continúan su acción de filtro y limpieza. Se trata en cualquier caso de una alternativa a la limpieza del agua rápida, barata y limpia, ya que la única pieza que necesita es un recambio del electrodo mineral (con dos años de esperanza de vida), y no se tarda más de un minuto en hacerlo. Su precio oscila entre los trescientos y los cuatrocientos euros, dependiendo del material con que esté hecho. El precio de su uso, al funcionar con luz solar, es evidentemente gratuito.