jueves, 16 de enero de 2014

5 pasos hacia una economía verde



La innovación, las nuevas tecnologías de la información, y la incesante investigación sobre la mejora de las condiciones de vida, empiezan a suponer un puente sólido hacia la creación de ciudades inteligentes, que impulsadas por los grandes cambios sociales y ambientales, disminuyan la dependencia energética de las fuentes de energía convencionales como el carbón, el gas natural y otras fuentes del petróleo.

Existen grupos de presión y asociaciones formadas con cimientos tan sólidos que poco a poco van demostrando su capacidad para defender los intereses de la sociedad y el futuro del mundo. 

Así, mientras la investigación y las empresas inversoras en nuevos avances energéticos, presentamos 5 pasos que podrían acelerar el paso desde una economía que todavía depende del petróleo a un mundo preparado para liberarse de las tensiones geopolíticas y el coste medioambiental de los combustibles fósiles:

  1. Ciudades que procesan información en tiempo real: Centros de investigación, empresas y también organismos públicos trabajan en sistemas que aporten conocimiento en tiempo real de fenómenos cotidianos como el flujo de tráfico y su interacción con el transporte público, el uso de papeleras públicas y contenedores o la predicción de desplazamientos de un número significativo de ciudadanos hacia un punto concreto de un entramado urbano.
  2. El advenimiento de los contadores energéticos inteligentes: Consumir menos energía en los hogares no sólo favorece el ahorro económico, sino que atenúa el impacto medioambiental de nuestras actividades cotidianas, en un momento en que todavía no existen cargadores para dispositivos informáticos y electrónicos universales, capaces de gastar energía sólo cuando un aparato necesita ser recargado.
  3. El coche eléctrico: El coche eléctrico es una realidad en Norteamérica, Japón, Europa y China; existen, además, proyectos sólidos en países como Australia o Sudáfrica. En países como España, se ha garantizado de forma oficial que las redes eléctricas actuales están preparadas para soportar la carga de un parque de 6 millones de coches eléctricos.

La tecnología necesaria, desde las baterías hasta los sistemas de carga, se consolidan y pronto reducirán sus precios gracias a las economías de escala, favorecidas por la producción en masa
  1. Por una red eléctrica inteligente que funcione como Internet: Una red eléctrica inteligente actuaría de un modo descentralizado, como Internet. Los proveedores energéticos competirían por llegar a empresas y consumidores finales, los cuales no sólo comprarían energía, sino que también podrían vender la electricidad producida con su coche eléctrico o paneles solares.
  2. Generación eléctrica con renovables: Si la producción con renovables (ya sea energía solar, hidráulica, eólica, marina o geotérmica, o el conjunto de éstas), logra ser a corto plazo más barata que el carbón, se habría resuelto la sencilla ecuación planteada por una sencilla ecuación: RE. Sería el modo más audaz y efectivo de atajar las emisiones de CO2 a la atmósfera: logrando producir energía limpia que sea sencilla de generar, transportable sin grandes costes adicionales y con un precio igual o inferior al carbón y el gas natura



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