Un nuevo modelo de edificación
más sostenible es posible, y parece que estamos cada vez más cerca de
conseguirlo. Gracias a las nuevas medidas aprobadas por el Gobierno el pasado
mes de abril, la intención no es otra que la de integrar e impulsar la biomasa
en los proyectos de edificación y rehabilitación de viviendas. Este movimiento
dará como resultado la revalorización del valor del inmueble al mejorar su
calificación energética, además de la enorme reducción de las emisiones netas
de CO2.
El aislamiento en las viviendas
españolas, y siempre según el Ministerio de Fomento, es uno de los grandes problemas que se
contemplan desde el punto de vista de la eficiencia energética ya que según las
encuestas, hasta un 38% de los ciudadanos se muestra insatisfecho con el
aislamiento en su hogar.
De este modo, la implementación
de técnicas basadas en biomasa aparece como una gran oportunidad para las
energías renovables y su eficiencia energética, y es que, el uso de biomasa
para la reestructuración del proceso de aislamiento podría reducir hasta en un
50% las necesidades energéticas térmicas de los edificios ya que la mayor parte
del consumo energético recae sobre las dos columnas principales de gasto por hogar:
la calefacción y el agua caliente necesaria. Un
buen aislamiento y la utilización de buenos equipos de biomasa pueden
alanzar rendimiento de hasta el 90%.
Así, de entre todas las ventajas
respecto al nuevo impulso de la biomasa en el sector energético puede
repercutir beneficiosamente en la creación de empleo, en la reducción del gasto
del ciudadano y en la revalorización de las propias edificaciones.
Esta nueva noticia es, sin duda,
un paso adelante en proceso de modernización en el espectro energético y en el
proceso de urbanismo nacional.
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